¿Es lo mismo un cachelo que una patata hervida? Vamos a dar una respuesta a la gallega: depende. Seguro que has oído hablar de los cachelos, un delicioso y muy popular acompañamiento de muchos platos de carne y pescado en Galicia. Pero, eso sí, el significado que le des a "cachelo" dependerá mucho de la zona de Galicia en la que te encuentres. Desde Pulpería Porta, tu catering a domicilio en Galicia, te vamos a aclarar esta curiosidad sobre los cachelos y, lo más importante, te mostramos cómo se preparan de una manera deliciosa. ¡Cuidado, vamos!
Cachelos, con o sin piel?
En la zona de la Costa da Morte y las Rías Baixas hablamos de cachelos cuando nos referimos a patatas cocidas con piel que no tienen más condimento que el agua y la sal o, como mucho, una hoja de laurel. En esta zona, los cachelos se cocinan con piel y son un acompañamiento exquisito para los platos de pescado.
¿Entonces las papas hervidas y peladas en un guiso de pescado no serían cachelos? En estas zonas de Galicia, claro que no. Sin embargo, en las zonas del interior, el cachelo es un trozo de patata pelada y cocida con sal, para que no se desgaste la piel. Eso sí, tanto los "cachelos", de interior como de costa, coinciden en una cosa: son siempre trozos de patata cocida cortados, nunca enteros, que sirven de acompañamiento.
¿Cómo se sirven los cachelos?
Con o sin piel, tradicionalmente, los cachelos se sirven cortados por la mitad, ya sea para acompañar carnes, verduras o pescados. Lo normal es comerlos sin aditivos añadidos, hervidos, si son cachelos de calidad, se puede apreciar todo el sabor.
¿Cómo se preparan los cachelos?
Aclarada la polémica sobre si los cachelos deben llevar piel o no (al final dependerá de la zona en la que nos encontremos y de nuestros gustos), desde Pulpería Porta os proponemos una receta para prepararlos y que queden perfectos como acompañamiento.
Necesitarás, para cuatro personas, 12 patatas cachelo, agua, sal fina y, si quieres, una hoja de laurel. Limpiar bien las patatas, para que no queden restos de tierra, y ponerlas en agua hirviendo con sal y laurel, opcional. Hornear durante 20-25 minutos, comprobar si están listas pinchando con un tenedor y remover con unas varillas para eliminar el exceso de agua. ¡Ya los tenemos! ¡Lista para servir como acompañamiento de nuestro plato favorito!
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